¿Cola de León o Cabeza de Ratón?

Es importante tener claros los objetivos que se persiguen con un negocio o empresa. Saber qué se quiere lograr ayuda a medir de forma adecuada los resultados y también las expectativas. Esos objetivos deben ser comunes para socios, inversionistas y personas involucradas con la organización, caso contrario se empiezan a notar fallas de coordinación y enfoque que al final causan roces y problemas. Digo todo esto porque en mi caso tuve algunos de estos momentos y he escuchado la analogía de cola de león o cabeza de ratón aplicada en varias situaciones y en diferentes sentidos lo que me llevó a reflexionar un poco sobre esto.

De hecho esta expresión específicamente fue parte de una conversación que tuve con un inversionista que me trataba de convencer de cambiar mi enfoque, dizque porque mi visión era muy limitada, me dijo – La tuya es una empresa enana, nosotros te vamos a hacer crecer, vas a formar parte de nuestro grupo – (ya he hablé de eso en una entrada anterior) y luego su argumento [que pensó que era lapidario (eso me imagino al menos)] – ¿Qué prefieres ser: Cola de león o cabeza de ratón – y en verdad en ese momento en medio de la conversación y con el sentido del discurso, la conclusión lógica es que deberías necesariamente preferir ser cola de león. Con el tiempo pude pensar sobre lo que conversé en aquella ocasión y definitivamente ese momento debió ser una alerta para mí, llegar a un acuerdo con ellos no era lo indicado para mí, nuestra forma de ser y de hacer las cosas era diferente y no teníamos los mismos objetivos. En fin ese era un caso en que la frase indicaba que de ley deberías preferir ser cola de león, una parte de un animal poderoso y evolucionado de forma sofisticada para ser un depredador, para mostrarse imponente, eres parte de ese animal y eres útil y necesario pero eventualmente te llenas de mierda. Hecho el osado le dije – Prefiero ser cabeza de león, jaja – no fue tan jaja para él, le dañé su analogía y tal vez esa no era una opción para ellos, jaja.

Hace poco vi en un documental de Netflix (Street Food Latinoamérica) la historia de un cocinero que prefirió cerrar un restaurante muy grande para ponerse un pequeño local de comida. En medio de su historia él uso la frase al contrario – Obviamente prefiero ser cabeza de ratón – y se me disparó el recuerdo. Yo en este momento puedo decir lo mismo, nunca busqué dentro de mis objetivos el crear una empresa grande y compleja, impersonal, que se vuelva un problema más, quería algo deliberadamente acotado, que crezca de forma orgánica pero no de forma desmesurada. Ser la cabeza del ratón (o máximo un ratón completo), pero en definitiva ser la parte principal de un animal pequeño y funcional, que se adapta fácilmente a las circunstancias (el resto de analogías negativas que se pueden asociar a un ratón las voy a obviar para no desvirtuar la intención de esta entrada).

En fin, es importante entender, tal vez no desde el principio, pero sí en algún momento de la existencia de un negocio, hasta dónde quieres llegar. Creo que toda empresa se inicia pensando en alcanzar el éxito y la grandeza, pero es justamente la definición de éxito o grandeza que cada uno tiene lo que debemos llegar a entender y definir claramente.

2 comentarios sobre “¿Cola de León o Cabeza de Ratón?

  1. Q bien Andy, muchos éxitos y sigue adelante con lo que haces, manteniendo en mente el espíritu luchador y emprendedor que se necesita. Un saludo y un fuerte abrazo. Saludos a la familia y cuídense mucho.

    Eddy Troya N.

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