Cambios en la vida / blog / podcast

Hoy solamente publico una serie de pequeños anuncios de cómo van las cosas con el blog / podcast.

  • Voy a mantener el ritmo de publicación con 3 posts por semana, en una buena semana será lunes, miércoles y viernes … me ha servido mucho mantener ese nivel de publicación y en algunos casos hasta forzarlo un poco. Ha sido una buena manera de ir escribiendo incluso posts que me han resultado difíciles, cosas que tenía en borradores por años y que ahora ya los hice post. Ha sido gratificante.
  • Como comenté en algún momento en Twitter y en mi canal de WhatsApp (ah sí, tengo canal de WhatsApp donde cuento un poco sobre la idea detrás de los posts y algún otro comentario aleatorio) decidí revivir al podcast. Hay algo ahí que me produce emoción, será que de alguna forma lo que se publica al grabarlo se hace más vivo. Estoy usando mis posts aquí en el blog como guiones para los episodios que he grabado y me parece una buena idea para poder también ganar ritmo en ese ejercicio. La idea es publicar episodios semanales todos los jueves. Hasta ahora pude colgar dos nuevos, pero ya tengo una selección de mis posts favoritos del blog para grabarlos y tener más contenidos por ahí. Eventualmente la idea es conectar con otras personas y grabar conversaciones pero eso ya lo veremos en el tiempo. En el camino seguiré mejorando la parte técnica, pero entre publicar y no publicar, estoy lanzando los episodios así crudos como quedan, casi casi que sin edición.
  • El blog y el podcast son dos cosas que me gustan mucho. Me gusta escribir y por algún motivo que aún no logro entender muy bien me emociona grabar y subir al podcast (debe ser alguna cosa primigenia de escucharse a uno mismo y pensar que eso puede quedar ahí para la posteridad). Al momento todo es un ejercicio de puro gusto, no tengo ningún beneficio económico directo, la publicidad que se muestre tanto en el podcast como en el blog es exclusiva de las plataformas donde tengo mis contenidos publicados, en todo lado con los planes gratuitos. De todas las formas de monetizar que he revisado no me suena casi nada, la única que eventualmente trataré de capitalizar son las contribuciones voluntarias por medio Patreon / Ko-fi o similares.
  • Próximamente voy a cambiar de rol en mi trabajo y estoy seguro que eso producirá dos cosas. Primero me dejará analizar desde otra perspectiva el trabajo que hice los últimos 3 años y eso producirá posts. Segundo me dará nuevas experiencias trabajando desde otro aspecto de la tecnología y eso producirá posts.
  • Estoy tratando de sacar adelante un proyecto paralelo con mis socios, algo más bien relajado que ya les he de contar. Pero me da gusto que luego de una temporada de acomodar mi pensamiento estoy ya de nuevo con la ganita de hacer.

Eso no más. Las cosas siguen, la vida sigue, yo sigo. Vaya ahí.

Apps para niños

Una de las grandes mentiras que nos decimos como padres primerizos es que no les vamos a dejar a los niños usar el teléfono o la tablet o el dispositivo que sea hasta que sean muy grandes (Al menos nosotros no lo logramos).

Pero bueno, en realidad no es malo, lo que sí me parece malo es el uso sin control y sin límites claros.

Los parámetros que medio definimos en la casa fue que el uso será por períodos cortos de tiempo (+- 15 minutos), que el dispositivo no tendrá acceso a internet por ende las apps deben tener contenido accesible sin internet y de preferencia no tener anuncios, que las apps sean de alguna forma didácticas, educativas o algo que sea útil.

Al momento hemos encontrado 2 que cumplen con esto.

Duo ABC: https://play.google.com/store/search?q=duo%20abc&c=apps&hl=en&gl=US

Khan Academy Kids: https://play.google.com/store/search?q=khan+academy+kids&c=apps&hl=en&gl=US

Ambas muy similares, con juegos y actividades que enseñan letras, números, ambas en inglés lo cual ha servido para que algo de ese idioma le vaya quedando.

Twitter, mi red antisocial

Es medio chistoso pero me acuerdo exactamente del momento en el que abrí mi cuenta de Twitter en el 2008. No fue tan importante el hecho de abrir la cuenta pero sí estaban pasando cosas interesantes en mi vida en ese momento. Justo había cambiado de trabajo (y ya les he contado más de ese movimiento antes) y estábamos trabajando desde la casa de uno de los socios de la empresa que estaba arrancando. En ese momento no tenía nada específico que hacer así que pasaba googleando y estaba viendo algunos videos en YouTube y me crucé con una publicación de un blog que me gustaba llamado TechRepublic, un panelista hablaba de la Web 2.0 y de cómo ahora todo el mundo amaba usar Twitter. Era la primera vez que escuché que lo mencionaran y obviamente entré y me abrí mi cuenta y lancé mi primer tweet.

Lo pongo como imagen por si acaso y algún rato se pierde

En ese entonces Twitter era un red más simple, los políticos aún no habían entrado, yo la usaba principalmente para lanzar comentarios aleatorios, básicamente respondiendo a la pregunta ¿Qué estás haciendo? que era el propósito inicial. Poco a poco empecé a encontrar más gente de Ecuador, Twitter se seguía popularizando y al mismo tiempo se hacía más entretenido.

Otra cosa chistosa que se me viene a la mente es que para ese entonces muchas personas a las que seguía hablaban de emprendimiento y de fundar empresas, estábamos en esa época en la que Zuck era ya una celebridad por haber creado Facebook y de alguna forma todo el mundo hablaba de que podrías crear algo propio. Esos comentarios de alguna forma fueron calando en mí y harían que para el siguiente año me bote del trabajo y decida arrancar con mi propia empresa. Lo chistoso es que la gran mayoría de los que se pasaban hablando de emprendimiento nunca llegaron a crear nada y de hecho varios siguen hablando de eso y siguen sin hacer nada real.

Con el tiempo me alejé porque todo se había vuelto muy político, pero aunque yo no compartía mucho sí seguía atento a noticias y novedades por esa vía. La interacción con marcas y personas que seguíamos entendiendo el potencial y la fuerza que podían tener las redes sociales era interesante.

Siempre que se daban sucesos importantes me volvía a poner activo en Twitter y siempre encontraba cambios y acepté que esta aplicación, esta red social, era ya parte de mi vida. En los últimos años ha sido también uno de mis desfogues, hay algo terapéutico en contar así a los cuatro vientos las cosas que pasan, en tiempos de pandemia fue de ayuda estar en contacto con la gente por ahí, interactuando y usando ese canal para también llenar el vacío de poder socializar libremente durante el confinamiento. Muchas veces gente en Twitter critica a otra gente en Twitter por contar sus cosas pero de hecho para eso es para lo que estamos. Luego de aceptar que Twitter era parte de mi vida decidí hacer que la experiencia sea más llevadera y empecé por primera vez a aplicar filtros para que la experiencia sea más llevadera. Les comparto algunas de las medidas que tomé.

  • Silenciar a personas y temas que no me interesa seguir. Esto eliminó muchísimo ruido. Principalmente silencié cosas de política, aunque igual me llega mucho de política ya está más soportable. Este simple paso me dejó como redescubrir a mi timeline, empezaron a aparecer de nuevo personas a las que sigo que habían sido sepultadas por el ruido. Aún no he llegado a bloquear a nadie.
  • Hay personas que comparten cosas muy buenas pero que siguen a personas muy malas, para muchos he optado por la opción de desactivar los retweets. Otra gran forma de eliminar el ruido. Quedarse solo con los tweets de esas personas y no con sus retweets fue como mágico.
  • Cada cierto tiempo, más o menos cada año, me doy un recorrido por las cuentas que sigo y empiezo a dar unfollow sin pena. Hay que aceptar que conforme pasa el tiempo uno deja de estar en sintonía con ciertos contenidos y personas.
  • Siempre que encuentro algún tweet que está demasiado salido de proporción lo denuncio. Más o menos el 50% de mis denuncias han resultado aceptadas indicando que en efecto esa gente ha violado las políticas de Twitter.
  • Creé una lista de todas mis cuentas favoritas. Eso ha ayudado a que igual no pierda los tweets de la gente que más me interesa seguir. Con las últimas actualizaciones sí se ha perdido el alcance orgánico que habíamos obtenido quienes ya hemos estado mucho tiempo en Twitter. Aún no he visto la necesidad de pagar la opción de Premium, pero no descarto que eventualmente lo haga.
  • He optado por desinstalar la app del teléfono. Como he contado por acá y en este post, Twitter es muy entretenido para mí y cuando lo tengo en el teléfono termino siempre entrando a ver qué hay de nuevo, como no me gusta eso de estar enchufado al teléfono mucho tiempo mejor la desinstalé, pero vuelvo a instarla según lo necesito, principalmente cuando están pasando acontecimiento importantes.
  • Twitter es una red que saca lo peor de la gente, yo mismo he terminado a veces diciendo estupideces llevado por la ira en momentos, entrando en discusiones ajenas, pero así mismo hay un Twitter chévere, que nunca ha dejado de estar ahí. Siempre que puedo cuento las cosas buenas que me pasan, no tanto por alardear, sino por tratar de compensar todo lo negativo que uno termina volcando en esa red social.

Al momento de redactar este post han pasado casi 16 años desde ese primer tweet. He pasado más de la mitad de mi vida adulta interactuando en Twitter, con altos y bajos, luego de aplicar las medidas que les acabo de contar no puedo sino aceptar que es mi red social favorita, a la que más tiempo le he dedicado, en la que más he despotricado y la que más me ha entretenido.

Así que así, WhatsApp es mi red social, Twitter es mi red antisocial, la mayoría de mi interacción en internet está pasando por esas dos aplicaciones.

WhatsApp, mi red social

Cuando hace más de 10 años mis panas me dijeron – Oye ya instálate WhatsApp – y yo les dije – No puedo, en mi Blackberry Pearl solo puedo tener BBM – (así de old) no me imaginé que esa aplicación se volvería hoy por hoy la red social que uso para interactuar con mi gente realmente cercana.

Con el paso de los años han ido incorporando todas las funciones que necesito para estar en contacto, en este punto ya es definitivamente mi red social familiar. No me lo esperaba porque claro era solo la app de mensajes, para chatear sin importar qué teléfono tenga la otra persona.

Tampoco me imaginé el alcance que tendría, el que iba a tener muchos asuntos de trabajo en esa aplicación (pero hablar de WhatsApp usado para trabajar me parece tema para otro post), y que de alguna forma iba a llegar un momento de desbordamiento, que requeriría tomar ciertos controles para que sea vivible. Son cosas como que básicas pero que igual les cuento:

  • De cajón, siempre que me meten a un grupo desactivo las notificaciones para siempre. El único grupo que tengo que notificación es el que tengo con mis papás y hermanos, todos los demás siempre pueden esperar.
  • Cuando ya no debo / quiero / necesito estar en algún grupo me salgo, no ha faltado quien se enoje por esto, pero bueno, si se enojan porque me salgo de un grupo de WhatsApp es el auténtico ya nada.
  • Sí fue indispensable el silenciar los estados de un montón de gente, al estar personas de todo tipo guardados como contactos no faltó el momento en el que apareció algún estado medio extraño por ahí. Silenciar los estados de toda la gente que sea necesario es algo que recomiendo totalmente.
  • Las notificaciones de WhatsApp en general me quitaban la atención, procedí a silenciarlas todas pero para mí fue peor porque empecé a sacar el teléfono a cada rato a ver si habían mensajes, increíble lo que nos hacen estos aparatos. Así que volví a activar las notificaciones con sonido, eligiendo un tono específico diferente de todas las alertas y ahora solo lo veo cuando suena ese sonido específico. Funcionó para mí.
  • Las llamadas y videollamadas por WhatsApp lo fueron todo durante la pandemia, creo que de hecho desde ahí le agarré más cariño.
  • Escucho mensajes de audio solo cuando es algo de vital importancia o con propósitos cómicos. Hay un montón de mensajes de audio que nunca escuché.
  • Tener activo el chat conmigo mismo me ha servido para anotar rápidamente ideas y guardar enlaces que quiero ver más tarde, una maravilla es esa opción.

Lo último que he hecho es crear un canal de WhatsApp para este blog. Por si quieren seguirme por allá les comparto el link. Ahí hablo un poco más del proceso creativo de cada publicación que hago por acá.

Así que así, WhatsApp es mi red social, Twitter es mi red antisocial, la mayoría de mi interacción en internet está pasando por esas dos aplicaciones.

No puedo decir que odie LinkedIn, pero

LinkedIn me cae mal. Pero no te puede caer mal una red social, lo que me cae mal es el uso que se le da, porque ni siquiera puedo decir que me cae mal la gente que la usa, yo la uso, pero sí me cae mal el tipo de publicación que es muy común en esa red social, demasiado positivo y optimista.

Pero el hecho de que me guste o no me guste es irrelevante. LinkedIn es una herramienta poderosísima y cada vez se está volviendo más notoria para el mercado laboral. Me topé con esta encuesta de Pew Research Center que muestra que, en Estados Unidos, el uso de LinkedIn está por sobre WhatsApp, Snapchat y Twitter, muy cerca de TikTok y Pinterest.

La gente está pasando tiempo ahí, viendo las publicaciones de colegas, amigos y empresas. Las empresas se fijan cada vez más en el perfil de la gente en LinkedIn y lo usan como referencia para la búsqueda de talento y para contratar. A mí me han llegado algunas referencias y me han contactado reclutadores en esa red social. Su utilidad es indiscutible.

Pero justo por su presencia tan notoria, y que creo que tiene tendencia a crecer, creo que es necesario reflexionar un poco sobre las publicaciones que vemos y que hacemos ahí. Hay esta tendencia de sobreexposición (¿esa palabra existe?) ya sea real o ficticia de las cosas que se han hecho profesionalmente. Creo que este par de memes resumen mejor este punto.

Es necesario encontrar un equilibrio, poder contar lo realmente importante de nuestra vida profesional. Poder lograr contarlo con nuestra voz y no tratando de «sonar profesional». Alguna vez a mis amigos les decía medio en serio / medio en broma que en LinkedIn se ven más poses que en Instagram, y es que creo que ese es un problema que tiene esta red social. Ese tratar de sobrevender (¿esa palabra existe?) lo que uno ha hecho que de alguna forma es seguir la forma cómo la mayoría de gente va anunciando sus logros y crea la necesidad de que todos vayan haciendo lo mismo, muchos por buena onda, por compartir lo bueno, muchos por simplemente seguir la corriente y tratar de no quedar atrás de sus pares. Como en toda red social ahí también he encontrado a gente deplorable que se muestra como excelente, pero bueno al final es lo que todos hacemos en nuestras redes sociales, compartir esa parte de nosotros que creemos que es buena y ocultar lo malo.

LinkedIn está aquí y no se va a ir y aunque no me agrade se ha vuelto necesario tener presencia ahí. Lo que yo he hecho últimamente es darle un poco de mantenimiento, dejar de seguir a personas, borrar como contacto a gente desconocida que había aceptado o contactado porque sí, filtrar lo que se muestra en el feed, desactivar absolutamente todos los tipos de notificaciones que existen (que son un montón), eso ha ayudado a que cuando ingreso de vez en cuando sea más llevadero.

Finalmente, creo que mi desagrado hacia una red social donde la gente comparte contenido motivacional y se muestra optimista y positiva hacia sus logros profesionales y el trabajo que hace dice más de mí que de ese sitio (yo soy más de Twitter y el relajillo que se arma ahí). Es chistoso porque justo la red social que puedo decir que es la que menos me gusta sea justo en la que los contenidos de mi blog tienen mejor acogida. Tal vez sin querer yo también estoy en esa onda demasiado positiva/optimista (ojalá que no).

Dejar el teléfono por paz mental

Hoy va un post más bien ligero. Tener acceso a internet es una constante fuente de distracción, crea esta sensación de que si no prestas atención a tus redes sociales y a tu teléfono te estás perdiendo de algo.

Tenía en mi teléfono varias apps que me robaban la atención, la principal era Twitter, mi red social favorita, tenía también algunos lectores para recibir noticias y artículos de internet. Estas sumadas al correo y chat del trabajo y a WhatsApp habían hecho de mi teléfono un auténtica forma de perder el tiempo. Me hice super temático de estar sacando el teléfono del bolsillo para ver las notificaciones.

Me atormentaba.

Tomé un par de acciones que me han servido y que les cuento. Primero quité todas las notificaciones irrelevantes, es decir, dejé solo las notificaciones del trabajo. Quité todas las notificaciones de WhatsApp y Twitter también (pero esto tuvo un efecto nocivo que ya les cuento). Luego de un tiempo me di cuenta que al no tener notificaciones de muchas de las apps realmente no las usaba. Empecé a desinstalar aplicaciones que me salían como no usadas en más de un mes. Fue un buen comienzo.

La falla fue que al saber que como no estaban las notificaciones activas efectivamente podría estarme perdiendo de algún chat o de algo interesante en WhatsApp y en Twitter de nuevo empecé a sacar el teléfono a cada rato del bolsillo para ver si había algo. Una locura como uno crea estas dependencias. Al ver que esto se mantenía opté por desinstalar Twitter (eventualmente la vuelvo a instalar cuando está sucediendo algo muy crítico y quiero estar informado por esa vía, pero eso ya es solo a veces, y la desinstalo por las mismas) pero WhatsApp por motivos obvios personales y hasta laborales la debo tener. Lo que hice fue activar las notificaciones con sonido y solo sacar el teléfono cuando escucho el sonido, contrario a lo que se pensaría, ahí resultó mucho mejor, los únicos que quedaron como inactivos fueron los grupos, pero los mensajes directos con sonido resolvieron lo de estar sacando el teléfono a cada rato.

Para no sentir que no estoy recibiendo artículos de interés hice propósito de revisar Refind todos los días. Es una aplicación maravillosa para mí. Te permite elegir temas de interés y te envía diariamente 3 artículos relevantes. Eso ha hecho que se calme mi ansia por estar buscando información. Les dejo mi enlace de referencia de Refind, si se unen a la aplicación usando mi invitación les dan 20 coins, que se supone podrían llegar a ser dinero cuando sean rentables.

Aprovechando que estoy contando esto otra app que me ha resultado excelente es Habitica. Me ha ayudado a organizarme con mis tareas diarias, mis pendientes y los hábitos que quiero crear o mantener. Todo esto con una capa de juego de rol que me ha funcionado excelente. Esto me ha ayudado mucho con mantener mis rutinas diarias algo que es muy importante cuidar cuando se está trabajando desde la casa, para que los días no se conviertan en un desorden total. Una app altamente recomendada.

Todo esto y hacer propósito de dejar el teléfono botado y lejos del alcance me han servido para tener realmente paz mental.

No lo logré (de nuevo)

Llegó ese momento del blog donde reflexiono un poco sobre lo que he hecho y lo que no. Estoy reutilizando el título de algo que publiqué hace unos 4 años (¡4 años!) y es una publicación que sigue resumiendo lo que quiero decir ahora.

Decir que no logré ser una máquina de publicación que tiene un patrón específico y un calendario fijo y determinado de publicación de textos y que tiene una construcción perfecta de bloques de texto optimizados para que todo buscador y lector pueda posicionar este contenido como bueno.

Pero luego decir que eso no es lo que quiero. Que quiero poder publicar como gente para la gente. Contar mis experiencias personales y también profesionales y empresariales para recordar y sacar lecciones y quien quita y hasta ayudar a alguien más que a mí en el proceso. Al final, queda siendo como un registro también de lo que me pasó y me está pasando al momento de cada publicación.

Decir también que con el tiempo he ido cambiando el tono de las publicaciones, encontrando una voz más cercana a lo que busco, alejarme de las fórmulas tontas y la jerga cansona que se usa demasiado en las publicaciones sobre empresas y sobre emprendimiento y ese tipo de tópicos sobre los que yo también he publicado por acá.

Y claro con el tiempo ya no he querido solo hablar de eso, he metido un montón de experiencias personales y que nada tienen que ver con empresas ni nada, y eso me gusta porque creo que me ayuda a no solo enfocarme en contenido porque sí sino también a publicar cosas que son importantes para mí en un momento dado sin importar de qué se trate.

Y en esta nueva ola de publicaciones que voy a hacer (porque no sé ni cómo ni por qué llegaron pero me entraron de nuevo las ganas de escribir) quiero hablar también del conjunto de experiencias que he ido ganando últimamente en mi periplo como padre, como trabajador remoto, como consumidor de contenidos, como escritor, como persona.

Me emociona, poder publicar esto es algo que aprecio mucho, vamos de nuevo a ver cuánto logro. Muchas gracias por leer.

YouTube: Panadería y Pastelería con el toque de Luis

En el minipost de hoy les recomiendo el canal de Panadería y Pastelerías con el toque de Luis. Hay contenido muy bueno con prácticamente todas las recetas de lo que puedes encontrar en una panadería ecuatoriana. En lo personal he probado la receta de los bizcochos de Cayambe, del pan de agua y del pan integral, super bien explicado.

Este canal para mí es un gran ejemplo de lo poderoso que es el internet. No soy crítico de cine ni tengo conocimientos avanzados de edición de video pero efectivamente aquí se puede ver que el contenido es el rey, al inicio los videos eran super sencillos, se puede ver que lo importante no es qué tan buena sea la cámara, la edición y demás detalles sino el contenido compartido. Con el tiempo los videos han ido mejorando y al momento de escribir este post veo que Luis Llerena está promoviendo su libro de recetas, es excelente todo el contenido que se puede encontrar ahí. A panas y familiares que viven fuera de Ecuador les ha resultado excelente, para poder hacer cosas que no encuentran en otros países y de ley extrañas cuando no puedes ir a la panadería del barrio a comprar el pancito. Síganlo.

En este video está información sobre su libro:

Aprovechando la época de esta publicación … Guaguas de pan.

En este una de mis recetas favoritas… salieron perfectos los bizcochos.

(Demasiados) Cambios en la vida, cambios en el blog

Pandemia, ser padre, nuevas obligaciones, cambios laborales, trabajo remoto permanente, inestabilidad en el país, el mundo implosionando. Esta época ha sido como un torrente de acontecimientos imparable que me ha llevado sin pausa entre la última publicación que hice y esta.

De alguna forma es un reflejo de todo lo que ha pasado, ha pasado tanto que no he tenido tiempo ni ganas de sentarme a escribir, ha pasado tanto que se me hace extraño estar escribiendo esto.

Pero siento que la situación va cambiando, hoy fue un día en que pude reflexionar sobre lo que ha sucedido y me vino ese repentino deseo de escribir nuevamente. Fue como si se hubiera bajado la velocidad de todo, como si hubiera llegado a un lugar (aunque no me he movido) y ya es tiempo de retomar lo que dejé en pausa.

Espero (como siempre que escribo este tipo de posts) que pueda escribir de forma más regular. Mantendré las secciones que ya existían, en la parte de posts personales iré compartiendo algo de prosa y poesía que he escrito, seguiré contando la historia de la empresa, seguiré reflexionando sobre el trabajo (sobretodo sobre el trabajo remoto) seguiré intercalando todo con miniposts.

En resumen, esta publicación es más como un pretexto para retomar, no van a haber tantos cambios en el blog, tal vez el cambio en este punto sea que voy a reactivarlo, y ya pues, es el cambio necesario, tengo unas cuántas decenas de borradores por concretar y ahora siento calma. Es principalmente eso, siento calma y siento que puedo escribir de nuevo.

En estos dos últimos años mucho ha cambiado y siento de nuevo que tengo cosas que contar.

YouTube: Accented Cinema

En este minipost les recomiendo el canal Accented Cinema, donde hablan sobre cine asiático, me gusta mucho la forma cómo van exponiendo y analizando las películas. Llegué a este canal por un video sobre Jackie Chan y me quedé enganchado. Les comparto un par de videos para que le den un chance, el de Jackie Chan y otro sobre Parasite que me hizo entender por qué esa película me gustó.