Micromanagement

El término Micromanagement se refiere a esa situación en la que tu jefe se fija en cada mínimo detalle de lo que haces y cómo inviertes tu tiempo y cómo organizas tu día y tus reuniones y cómo escribes tus informes y etc. Es esa situación en la que te asignan una tarea y luego recibes indicaciones específicas a cada paso, causando que toda la toma de decisiones termine siendo hecha por la persona que te asignó la tarea en primer lugar. Qué mejor que una viñeta de Work Chronicles para ilustrarlo:

Una definición mucho más precisa la encontré en este enlace de Breathe (y me tomé la libertad de traducirlo):

El Micromanagement se da cuando los gerentes sienten la necesidad de controlar en un grado extremo aspectos del trabajo y toma de decisiones de sus empleados – más de lo necesario o saludable para una buena relación laboral. 

Mucha gente ha experimentado micromanagement en algún punto en sus carreras. Ser objeto de este tipo de gestión puede reducir la confianza de un empleado, extinguir su autonomía e impactar su creatividad de forma severa – y creánlo o no, ese es el mejor escenario.

En escenarios peores, puede llevar a que los empleados busquen otros trabajos, o puede incluso provocar a largo plazo cuadros de ansiedad, estrés y depresión.

En este artículo nombran 7 señales que indican que estás tratando con alguien que ejerce micromanagement:

  1. Mira los árboles y no el bosque: se fija demasiado en los detalles y minucias de las tareas en lugar de ver lo general.
  2. Toda tarea necesita aprobación: para la persona es impensable el que los demás tengan control y todo debe hacerse con su aprobación.
  3. Obsesionado con actualizaciones constantes: pide que se le actualice de forma recurrente sobre lo que se está haciendo.
  4. Dificultad delegando: no delegan las actividades y cuando lo hacen terminan igual controlando la actividad delegada.
  5. Necesitan ser copiados en todo los correos: quieren estar en conocimiento de todos los mensajes que se intercambian para saber que no se están tomando decisiones que estén fuera de su control.
  6. Dan instrucciones complicadas: dan instrucciones tan detalladas y complicadas que terminan dejando a las personas sin campo de acción y muchas veces dependiendo de explicaciones de los pasos indicados.
  7. Creen que nadie más tiene la capacidad de hacer el trabajo: creen que las personas a su cargo no pueden hacer el trabajo en el mismo nivel que ellos y por ende terminan persiguiendo a la gente mientras hacen sus tareas diarias.

Si han tenido algún jefe que haga alguna de estas 7 cosas saben lo turro que puede resultar trabajar en esas situaciones. Lo peor pero es que se crea una especie de quemeimportismo, un desdén por el trabajo, si igual cualquier cosa que haga no va a estar bien hecha y si igual la decisión que tome no va a ser relevante y será sobrepasada por alguna decisión del jefe, mejor no hago nada hasta que se me indique.

Lo peor peor es que esto es insostenible en el tiempo, la persona que está siendo gestionada de esta forma va a quemarse, va a tener menos confianza en su accionar y va a tener menos satisfacción con el trabajo en general. Pero es una situación durísima ( y creo que hasta peor) para el jefe que está en esas. Es como si estuviera haciendo el trabajo de todas las personas que están a su cargo en lugar de solo llevar una práctica de supervisión y toma de decisiones de más alto nivel, al involucrarse a un tan bajo nivel de detalle en el flujo de trabajo de todas las personas termina también quemándose, tomando más trabajo del que puede realizar y creando un ambiente de trabajo nocivo.

Creo por fortuna que nunca me ha tocado un jefe que se involucre de esta forma en mis actividades, creo también que yo nunca he sido ese tipo de jefe. Al imaginarme viviendo en un situación así, sin duda pensaría que mi jefe no confía en mí, no confía en mi criterio profesional, no confía en mis capacidades. Simplemente no funcionaría para mí.

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