Nadie te puede enseñar a ser empresario

Nadie te puede enseñar a ser empresario. Al mismo tiempo mucha gente te puede enseñar muchas cosas sobre ser empresario. Muchas personas desde su perspectiva y especialidad profesional pueden contarte y darte consejos. Muchos empresarios pueden contarte sus experiencias de vida y de empresa (que de alguna forma es lo que yo hago con este blog). Muchos otros te pueden enseñar su receta mágica para tener un negocio rentable en N pasos y venderte su kit de iniciación que te permitirá seguir esa receta mágica que los ha vuelto unos magnates y te dirán que el éxito está a solo un clic de distancia y que si sigues sus tutoriales estarás pasando a formar parte de ese grupo selecto de gente que hace realidad sus sueños y que no dejó pasar la oportunidad única de haberse topado con un anuncio en internet y cuando la receta muestre no ser mágica te dirán que no que fue tu culpa que no le pusiste suficiente pasión y no te obsesionaste con el éxito como ellos y que por eso no funcionó (sobre esto de la pasión y la obsesión por el trabajo estoy preparando una publicación porque iba a escribir así algo similar a esta publicación solo desde mi perspectiva y experiencia pero me topé con una tesis sobre eso que voy a leer antes de escribir sobre eso).

Pero la verdad es que nadie te puede enseñar a ser empresario.

Te puedes meter a la escuela de negocios, sacar un MBA donde seguramente te harán conocer o te enseñarán cosas que ya viste en algún video de YouTube pero ahora ya tienes un título que dice que sabes lo que tu youtuber favorito te contó hace una década, puedes leer muchos libros y publicaciones sobre empresas, y luego de atiborrarte de información creerás que estás listo, pero no. Nadie te puede enseñar a ser empresario.

Puedes toparte con el mejor mentor, puedes inscribirte en el mejor programa de aceleración de empresas, puedes unirte a gremios y asociaciones y pensar que estás realmente encaminado y que el camino será más fácil, pero no, porque nada te prepara para lo real. Nadie te puede enseñar a ser empresario.

Digo esto desde mi experiencia porque durante estos años hice justo todo lo que acabo de listar y la conclusión a la que llegué es que en realidad nadie te puede enseñar a ser empresario, porque ser empresario es una práctica. Las cosas son tan cambiantes, tan distintas de una persona a otra, de una industria a otra, de un momento a otro, que ningún elemento puede ser aplicado con garantía de éxito. Por eso llevar una empresa es emocionante y gratificante pero al mismo tiempo desconcertante y decepcionante. Nadie te puede preparar para lo que viene, puedes tener mil teorías sobre cómo coordinar el trabajo, sobre cómo contratar gente, sobre cómo manejar las finanzas, sobre cómo se debería atender al cliente, sobre cómo vender, sobre todo lo que pasa en una empresa, pero al momento de llevarlo a la realidad encontrarás que tal vez ninguno sirve para ti, que no lo puedes o no lo quieres aplicar, y así irás creando tu identidad como empresario.

Ser empresario es una práctica, es necesario estar en el día a día afrontando las situaciones, agarrando pericia, aprendiendo. Es algo que no termina, es la típica situación en la que no puedes parar de aprender, es la vida. Creo que hay mucho valor en que compartamos nuestras experiencias, tal vez puede ayudar a alguien a dar perspectiva o a resolver algo puntual, pero creer que se puede enseñar algo tan vivencial es utópico.

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