Jornada

Quisiera recordar el momento de nuestro encuentro en la octava duna del desierto, la cara que pusiste al preguntar cómo aguanté subir hasta tu cielo, tu paraíso arenoso y más me gustaría recrear tu semblante cuando te enteraste que yo estaba ahí solo porque me lo habías pedido como quien pide otra porción de comida o que la sociedad se vuleva más justa. Me gustaría contar cómo después de entrelazados los dedos y con los ojos fijos paseamos en círculos alrededor de nuestras desventuras, aventurándonos a morder el polvo en el torbellino y cómo ya sin fuerza para otra derrota nos levantamos mutuamente y nos impulsamos a salir del pozo, en busca de una victoria y su consecutiva. Me hubiera gustado que todo el mundo se detenga en el oasis y que vea junto a nosotros las estatuas de barro del bar mientras ahogábamos las pupilas un poco dilatadas por el trajín cotidiano y el agua consolaba los paladares que luego compartían su experiencia labio a labio. Me gustaría que nuestras manos no se separen, que las líneas se mezclen y señalen el camino, después de todo resulta imposible continuar el viaje sin ti. Me hubiera gustado visitar tantos otros lugares en esa jornada, lastimosa e involuntariamente volvimos a la realidad, no había rastros de polvo ni fatiga ni siquiera hubo un ritual majestuoso de despedida simplemente tomamos el camino respectivo que nos llevaba a cada parte y me dejaste solo con esa lágrima escurridiza que me muero de ganas de recrear pero no lo haré ya que me hubiera gustado que no hubiera aparecido o que tú hubieras existido para que tu perfecto pulgar la acoja y la absorba, hubieras logrado que las demás no se precipiten, hubieras detenido la salada lluvia que inundó mi rostro.

(Demasiados) Cambios en la vida, cambios en el blog

Pandemia, ser padre, nuevas obligaciones, cambios laborales, trabajo remoto permanente, inestabilidad en el país, el mundo implosionando. Esta época ha sido como un torrente de acontecimientos imparable que me ha llevado sin pausa entre la última publicación que hice y esta.

De alguna forma es un reflejo de todo lo que ha pasado, ha pasado tanto que no he tenido tiempo ni ganas de sentarme a escribir, ha pasado tanto que se me hace extraño estar escribiendo esto.

Pero siento que la situación va cambiando, hoy fue un día en que pude reflexionar sobre lo que ha sucedido y me vino ese repentino deseo de escribir nuevamente. Fue como si se hubiera bajado la velocidad de todo, como si hubiera llegado a un lugar (aunque no me he movido) y ya es tiempo de retomar lo que dejé en pausa.

Espero (como siempre que escribo este tipo de posts) que pueda escribir de forma más regular. Mantendré las secciones que ya existían, en la parte de posts personales iré compartiendo algo de prosa y poesía que he escrito, seguiré contando la historia de la empresa, seguiré reflexionando sobre el trabajo (sobretodo sobre el trabajo remoto) seguiré intercalando todo con miniposts.

En resumen, esta publicación es más como un pretexto para retomar, no van a haber tantos cambios en el blog, tal vez el cambio en este punto sea que voy a reactivarlo, y ya pues, es el cambio necesario, tengo unas cuántas decenas de borradores por concretar y ahora siento calma. Es principalmente eso, siento calma y siento que puedo escribir de nuevo.

En estos dos últimos años mucho ha cambiado y siento de nuevo que tengo cosas que contar.