Podcast: AndOyendo — Reflexiones de trabajo remoto

En esta ocasión en AndOyendo hablo sobre trabajo remoto. En general es la lectura de un post que publiqué hace un año aproximadamente cuando recién nos estábamos haciendo a la idea de la existencia de la pandemia y muchos se vieron obligados a entrar en esta modalidad de trabajo.

En próximas entregas del podcast seguiré hablando sobre este tema que me parece muy interesante, sigue más vigente que nunca y sobre el que hay mucho aún por decir y experimentar.

Les dejo el enlace al capítulo 4 de AndoOyendo.

https://anchor.fm/andoyendo/embed/episodes/4-Reflexiones-de-trabajo-remoto-e131f8k

11: Quiet Ambition/Quitting/Firing AndOyendo

En este episodio uno tres publicaciones del blog que están relacionadas. Hablo sobre Quiet Ambition, Quie Quitting y Quiet Firing. Me gusta leer sobre tendencias laborales y luego ver si de alguna forma aplican a mí, si ya las he vivido. Les dejo los enlaces a las publicaciones originales. Quiet Ambition Quiet Quitting Quiet Firing
  1. 11: Quiet Ambition/Quitting/Firing
  2. 10: Los empresarios no son héroes épicos
  3. 9: Bluey
  4. 8: Matriarcado
  5. 7: Trabajo como loco

Recuerdo Reloco: Visita de ventas

En la entrada anterior ya les conté un poco de lo mal que nos fue al inicio. Con la salida del socio que se iba a dedicar a las ventas tuvimos que improvisar y como buenas personas de sistemas pensamos que iba a ser sencillo empezar a hacer la gestión comercial… y claro no lo era.

En ese momento sí fue un choque con la realidad. No sabíamos ni qué hacíamos exactamente, no teníamos una cartera de clientes, no teníamos experiencia vendiendo (en este momento recordando esto me quedo un poco estupefacto, no sé cómo hicimos todo lo que que hemos hecho hasta ahora) así que empezamos a echar ideas y ver qué podíamos hacer.

Ya les había comentado que nuestros primeros proyectos fueron hacer un par de sitios web, eso fue bueno para arrancar y tener algo de dinero. Pero no había nada seguro. Nos apegamos a la idea inicial y empezamos a analizar productos de código abierto que podríamos aprender a utilizar y a desplegar y entregar servicios, en cierta forma era lo que habíamos hecho ya, pero claro, no teníamos la experiencia. Pero bueno creo que con lo que conté anteriormente y lo que he escrito en esta entrada hasta el momento ya queda clara la confusión y la incertidumbre que teníamos en ese entonces.

En esas actividades iniciales empezamos a analizar quién dentro de nuestro entorno podría resultar un cliente y nuestros familiares empezaron a correr la voz con sus conocidos. Me imagino que igual todos notaban lo arriesgado que había sido todo. En fin, con este boca en boca que se empezó a armar conseguimos una cita para hacer una visita de ventas que yo considero como la primera… aunque objetivamente no fue la primera, pero bueno.

Llamamos un taxi y nos encaminamos hacia la reunión. Recuerdo que estábamos super nerviosos, tomé la mano de mi novia (por si no han leído las entradas anteriores, mi socia fundadora era mi novia, y hoy por hoy mi esposa… y ya les he de contar más sobre eso) y solo nos faltaba temblar de lo angustiados que estábamos. En realidad ninguno de los dos tenía claro qué íbamos a hacer, a decir, a ofrecer. Habíamos estado en reuniones y habíamos tratado con clientes, pero esta era la primera visita que hacíamos así en frío para ofrecer las soluciones que pensábamos podían dar resultado pero que en realidad desconocíamos.

Ese momento lo tengo grabado en la mente, ese trayecto eterno hasta llegar a la reunión, esa sensación de ¡qué diablos!.

Llegamos y la reunión fue bien dentro de lo que cabe. Creo que nuestra falta de experiencia fue notoria, así como nuestra falta de conocimiento de la solución. Pero no pasó nada más. No sé qué impresión habremos dejado, seguramente no la mejor, pero igual no pasó nada más. Y ese momento, el de la salida de la reunión, también lo tengo grabado en la mente, esa sensación de que igual y sí podríamos tener más reuniones así y tal vez sí podríamos arrancar con la empresa. Luego de todo el estrés del trayecto de ida, el trayecto de regreso fue super tranquilo.

Con el tiempo tuvimos chance de aprender, de entender las cosas, de definir bien bien (o al menos mejor) lo que hacíamos, pero definitivamente vivir esas experiencias, sobreponerse a la incertidumbre y por último también hacerse a la idea de que todo depende de ti y lo de lo que haces o dejas de hacer pesa al final, vivir todo eso es lo emocionante, no siempre bueno, no siempre fácil, pero tampoco siempre malo y siempre difícil. Es un camino que recorrimos con estos pasos iniciales no tan bien calculados, con el tiempo eso se dejó notar, pero sea como sea fuimos lográndolo.

Realmente me emociona recordar estas cosas.

Podcast: AndOyendo — Seguridad de Datos Personales y #QueEstaPasandoConTusDatos con Alejandro Varas

En el episodio de esta semana del podcast he vuelto a publicar una conversación que tuvimos hace algunos meses con Alejandro Varas, acerca de la protección de datos personales y su iniciativa #QueEstaPasandoConTusDatos. Creo que sigue siendo relevante y espero que dé pie para volver a conversar y actualizar algunas de las cosas de las que hablamos.

Les dejo el enlace al podcast a continuación.

11: Quiet Ambition/Quitting/Firing AndOyendo

En este episodio uno tres publicaciones del blog que están relacionadas. Hablo sobre Quiet Ambition, Quie Quitting y Quiet Firing. Me gusta leer sobre tendencias laborales y luego ver si de alguna forma aplican a mí, si ya las he vivido. Les dejo los enlaces a las publicaciones originales. Quiet Ambition Quiet Quitting Quiet Firing
  1. 11: Quiet Ambition/Quitting/Firing
  2. 10: Los empresarios no son héroes épicos
  3. 9: Bluey
  4. 8: Matriarcado
  5. 7: Trabajo como loco

¿Qué dizque hace la empresa?

¿Pueden creer que cuando ya me boté del trabajo y dije – dale creemos entonces la empresa y vamos ahí – aún no sabíamos a qué nos íbamos a dedicar? A veces me pongo a pensar en eso y digo – ¡qué diablos!, ¿cómo hicimos eso? – pero bueno lo hicimos.

Luego de lo que les he venido narrando ya por algún tiempo de mis trabajos previos y de las primeras interacciones con los que serían mis socios en la empresa llegamos al momento de ya empezar. Y no sabíamos qué era exactamente lo que la empresa iba a hacer. Teníamos una idea vaga de los servicios que podíamos entregar, el plan no sonaba tan descabellado. Íbamos a empezar a dar servicios de herramientas de código abierto, habíamos analizado algunas herramientas de CRM, un par de opciones de gestión de proyectos, hasta estábamos viendo opciones de ERP. La cosa debía funcionar así: uno de los socios se dedicaba netamente a las ventas, visitar clientes, encontrar oportunidades de negocio, el resto nos repartíamos la parte técnica, íbamos a tener proyectos rápidamente e íbamos a poder estar tranquilos y disfrutar de tiempo y dinero y por poco y retirarnos a los 30 años ya cagados en plata (bueno, sí suena descabellado ahora que releo este párrafo).

No funcionó.

Ninguno de nosotros tenía conocimiento amplio de ninguno de los productos que tratábamos de vender, ni a nivel comercial y menos a nivel técnico. Tuvimos un par de acercamientos con clientes que buscaban soluciones de código abierto, pero con la idea de que al tratarse de software «gratis» iba a ser todo muy barato, al momento de cotizar proyectos de implementación simplemente se caían esas oportunidades. Éramos tres personas vinculadas al proyecto de lleno, y un par más de los que están y no están… creo que muchos de los proyectos de empresa que arrancan así tienen esta circunstancia en la que un grupo de personas se botan de lleno a ejecutar la idea y hay otro grupo que no arriesga y son y no son parte de las cosas. Eso nos pasó, los tres que estábamos ya habíamos dejado botando nuestros empleos anteriores y estábamos dedicados a tiempo completo a la empresa.

No funcionaba.

Pasaron tres meses aproximadamente (solamente 3 meses) y el socio que iba a hacer la gestión comercial botó la toalla. Dijo que no podía continuar a ese ritmo, sin ingresos (claro, no teníamos nada, habíamos arrancado con nada, en ese momento no entendíamos ni siquiera el concepto de flujo de efectivo para operar). En ese tiempo cortísimo ya nos habíamos quedado sin una de las personas que más entusiasmo le había puesto a la idea. Se fue así con pena y sin gloria, las cosas no era tan sencillas como habíamos pensado cuando nos reuníamos en el patio de comidas del Quicentro para imaginarnos lo bien que nos iba a ir.

Los otros dos éramos mi esposa y yo. Aquí realmente empieza la historia de lo que fue la empresa, con los dos sentados imaginando qué podíamos hacer, ella siempre más pragmática logró vender un par de sitios web, los hicimos con Joomla. Eso nos ayudó a mantenernos durante algún tiempo. De cierta forma nos resistíamos a lo obvio, ya no queríamos hacer lo mismo que habíamos venido haciendo en las empresas anteriores donde trabajamos, pero ese era conocimiento que ya teníamos, ese era el camino lógico, pero nos resistíamos. Nos resistimos por mucho tiempo a hacer eso, queríamos ver qué más podíamos hacer, y llegó una oportunidad de trabajo, era un proyecto ofrecido desde la última empresa para la que trabajé, y eso empezó a hacer que las cosas caigan por su propio peso. Obviamente era un proyecto dando servicios de las herramientas que habíamos manejado antes. Era lo lógico y ya en ese punto también lo necesario.

Esa decisión marcó el camino de lo que realmente íbamos a hacer, cambió el discurso que manejábamos, cambió todo el concepto de la empresa. Le dio sentido. Posteriormente todos los esfuerzos se fueron encaminando en esa vía. Las cosas empezaron a caminar de mejor manera pero igual no se daban de forma sencilla.

En próximas publicaciones voy a contar las dificultades que fuimos encontrando para abrirnos paso en el mercado, hay muchas cosas complicadas y hasta cosas sencillas que se pueden complicar por desconocimiento (habían demasiadas cosas que no sabíamos y que debíamos haber sabido, principalmente de la parte administrativa). El inicio tan apresurado y tan cargado de optimismo y de desconocimiento siempre fue algo que nos complicó, estructuralmente la empresa siempre arrastró esos problemas, muchas cosas complicadas que sí te van minando el ánimo pero también moldeando el carácter.

Sí, arrancamos sin saber qué hacer y nos fue pésimo, avanzamos a la brava y fuimos tomando decisiones que nos permitieron avanzar e ir logrando nuestra subsistencia. El inicio fue todo menos ideal, pero creo que, aunque suene medio acartonado, peor hubiera sido no arrancar.

Podcast: AndOyendo — El estereotipo del emprendedor

Salió el segundo episodio del podcast. Hablo sobre lo turro que me parecen las poses y los perfiles prefabricados que se crean cuando alguien dice que es emprendedor. Un poco de reflexiones aleatorias alrededor de eso.

Este episodio fue grabado de forma improvisada, así sin guión, es un poco más complicado de lo que me imaginaba armar un episodio pero bueno, ya está. Espero que con el tiempo y con más práctica el nivel del podcast siga subiendo.

Les dejo el enlace por acá.

11: Quiet Ambition/Quitting/Firing AndOyendo

En este episodio uno tres publicaciones del blog que están relacionadas. Hablo sobre Quiet Ambition, Quie Quitting y Quiet Firing. Me gusta leer sobre tendencias laborales y luego ver si de alguna forma aplican a mí, si ya las he vivido. Les dejo los enlaces a las publicaciones originales. Quiet Ambition Quiet Quitting Quiet Firing
  1. 11: Quiet Ambition/Quitting/Firing
  2. 10: Los empresarios no son héroes épicos
  3. 9: Bluey
  4. 8: Matriarcado
  5. 7: Trabajo como loco

YouTube: Platzi

Esta recomendación es media obvia… en este punto quien quiera que haya dedicado algo de tiempo a ver videos en YouTube seguramente se ha cruzado con alguno de los videos del canal de Platzi, pero bueno no es tanto por el canal en sí este minipost, aunque igual lo recomiendo mucho. Platzi es una plataforma de educación online muy interesante, llegué a sus contenidos por un video de cómo desarrollar videojuegos y luego pude conocer más sobre sus orígenes y ver mucho más sobre los contenidos, proyectos e iniciativas que tienen, los videos de Freddy Vega y Cristian Van Der Henst, los fundadores, son buenísimos. He seguido un par de cursos en la plataforma y me parece en general bien chévere.

Pero en este minipost quiero compartirles dos videos de los más recientes al escribir este post. En el primero hablan de cómo salvar a Latinoamérica por medio del emprendimiento tecnológico, era algo que necesitaba oir y creo que es un video que no tiene desperdicio… hay mucho que podemos hacer y que necesita ser hecho.

El segundo es un video muy completo y objetivo sobre uno de los tópicos que más me interesa últimamente, el Trabajo Remoto.

En fin, sigan a Platzi, es un canal que no tiene desperdicio y consideren sus cursos, una propuesta muy completa e interesante.