Cada trabajo tiene su enseñanza: Consultor técnico 2 (lo malo)

En la entrada anterior de esta serie pude contar algunas cosas que pasaron en este empleo, pero fue la parte positiva de lo que hablé ahí, esa experiencia tuvo una parte negativa que fue un relajo que provocó que salga mal de ese trabajo. Voy a tratar de dar mi punto de vista sobre esto que en su momento fue algo impactante, dio a notar mi falta de experiencia en estas lides y, creo yo también, mi falta de madurez y un exceso de idealismo. También voy a tratar de ser lo más objetivo posible contando lo que paso desde mi perspectiva sin emitir juicios extra, esperando ser conciso y lo más fiel a los hechos, pero ya son casi 12 años de eso y a veces la memoria traiciona.

El primer problema que tuve con este empleo fue en la remuneración. Realmente no fui nunca un empleado de esa organización, eran otros tiempos, donde no era obligatorio que las empresas afilien a sus empleados, donde la tercerización estaba de moda. En fin lo que hicieron fue darme un contrato donde yo era un contratista de la empresa, pero era un empleado así con horarios y todo, o sea realmente era una tontera, yo les facturaba mi sueldo todos los meses y no tenía ningún otro tipo de beneficio. Lo malo fue que como también me pusieron un periodo de prueba empecé recibiendo menos dinero que lo que me habían indicado al principio, con el cuento de que luego de los 3 meses de prueba iba a recibir la remuneración completa. Estuve 8 meses en ese empleo y nunca llegué a recibirla. Cuando le decía a mi jefa que ya había pasado el periodo de prueba y que cuándo iba a empezar a recibir el sueldo que me habían ofrecido, me decía que tenga paciencia, que por falta de proyectos el dueño de la empresa no permitía que me suban el sueldo (suban, o sea como si yo hubiera firmado por el sueldo del periodo de prueba y luego darme la remuneración completa era un premio) y que en resumen no se podía cumplir con el ofrecimiento inicial (este es un detalle bien importante, que luego se volverá super relevante). Estaba tranquilo, porque no tenía ningún problema económico serio ni necesitaba con urgencia más dinero, pensaba que como igual estaba recién aprendiendo lo que debía hacer en el siguiente proyecto tal vez era justo que no me paguen completo, al final me estaban pagando por aprender, era una forma idílica de ver el incumplimiento de lo ofrecido, una forma de justificar algo que me afectaba, principalmente porque me la pasaba bien – qué importa, es solo plata – decía – estoy aprendiendo, está divertido – pero no estaba bien, nunca estuvo bien. Me acuerdo que yo primero tenía recelo y vergüenza de ir a pedir que me «suban» el sueldo al valor que habíamos pactado desde el inicio, no quería pasar por pedigüeño y ansioso, pero eso sí, feliz quedé de gil en ese aspecto.

Hace poco publiqué una entrada que se llama Las empresas no son familias; y recordar todo esto fue uno de los detonantes para escribir ese post. En el grupo en el que estaba éramos 4 personas, cada uno dedicado a unos productos específicos que formaban parte de una familia de soluciones para la gestión del servicio de TI. Mi jefa siempre nos decía que éramos su equipo especial, que nosotros no éramos como los demás de la empresa, que éramos los mejores porque ella nos había elegido, decía – son mi equipo SWAT – y también lo combinaba con frases como – aquí en la empresa ustedes son mis hijos, yo los cuido como a mis hijos – y en un principio me pareció chistoso, la gente en general lo tomaba como joda, el resto de la gente de la empresa nos jodía con la típica joda de – ve, ahí está tu mamá – super común cuando alguien se lleva bien con su jefe y le dicen – claro, como eres el hijito, como eres el consentido de tu papá (o mamá) – fresco, era algo que se volvió parte del día a día. Mis compañeros eventualmente también le decían mamá a mi jefa (trato de recordar y yo creo que nunca llegué a seguirle tanto así el juego, pero tampoco estoy tan seguro) y se dijo una y mil veces – somos una familia – Pensándolo ahorita que lo escribo creo que es la vez que más cerca he estado de un culto, de esos así ya peligrosos.

Mi jefa se encargó de aislar al equipo del resto de la empresa. Como era una empresa que también hacía desarrollo de software, el código de vestimenta era más bien relajado, pues mi jefa nos decía – ustedes no son como el resto de esos desarrolladores de medio pelo, ustedes son lo mejor de lo mejor, son la élite de esta empresa, ustedes tienen que vestirse como gente de éxito – y nos hacía ir de terno y corbata. Como ya conté en la primera entrada relacionada con este empleo, yo tenía algunos amigos que no eran del equipo en el que estaba, entonces conmigo no tuvo tanto efecto esa vaina de tratar de que no me lleve con el resto de la empresa, más bien como conté igual en la entrada anterior, pude conocer a una persona que resultó ser crucial para mi vida. Además yo no sentía de ninguna forma que era especial, no había hecho nada, participé de un proyecto por dos meses donde básicamente fui el documentador del grupo y me estaba preparando dizque para el proyecto más grande de la vida, pero los meses pasaban y no llegaba el proyecto, y no había puesto a prueba aún nada de lo que había aprendido. Es más cuando mi jefa decía ese tipo de cosas, me sentía pésimo porque en mi mente el resto de mis compañeros de equipo tenían ya full experiencia y yo era un don nadie.

Esto fue avanzando y avanzando hasta que llegó un día en que mi jefa nos invitó a almorzar. Unos días antes de eso yo había tenido una conversación con ella sobre lo de mi sueldo, que ya quería saber cuándo iba a dejar de estar a prueba, una vez más me dijo que ella estaba atada de manos porque no le aprobaban mi «aumento» porque el proyecto este dichoso que no empezaba no permitía que así sea, para ese momento yo ya estaba aproximadamente unos 6 meses en la empresa. Pero bueno, nos invitó a almorzar. Todos estaban medio misteriosos, yo lo asocié a que como les había tocado a todos estar últimamente en la oficina y no en proyectos en las oficinas de los clientes, estaban incómodos, de hecho era común que mis compañeros se quejen de que les tocaba estar en las oficinas de la empresa, yo pensé que era por eso. En realidad en el almuerzo me contaron que mi jefa tenía una idea. Quería abrir su propia empresa y en el proyecto estaban ya metidos mis compañeros de equipo y algunas personas más que trabajaban también ahí. Y me contaban para que yo también sea parte del proyecto. Mi memoria me traiciona un poco, según yo en ese momento me dijeron que yo iba a ser un socio de esta nueva empresa, luego resultó que no que no me habían dicho eso pero la verdad no estoy seguro. Estaba perfecto lo de este proyecto, me pareció interesante y de hecho me entusiasmó pensar que yo, el don nadie, iba a poder tener de la noche a la mañana participación en una empresa (algo inimaginable para mí en ese momento de la vida, guambra, 24 años) pero para el final de la charla de lo que tenían planeado la nota se puso sombría. Parte de su plan era que el arranque de esta nueva empresa iba a estar maquiavélicamente definido para que suceda cuando proyectos de la empresa donde estábamos exploten y, entonces, todos salgamos de la compañía y supuestamente los dejemos con la única y triste opción de tener que contratarnos obligados para poder ejecutar proyectos que solamente nosotros podríamos afrontar porque – equipo de élite pues – y claro eso me cayó mal, super desleal con la empresa actual, la empresa que no me pagaba lo que me ofrecieron, que me tenía ahí sentado sin hacer nada concreto esperando por un proyecto que no arrancaba y como estaba medio picado con todo eso, y en medio de la emoción de la gente en ese almuerzo, y ya pues almuerzo rico con bielas y todo, qué podía malir sal. Al final el compromiso de guardar confidencialidad total de lo que se había hablado en el almuerzo – sobretodo tú, Andrés, que eres hecho el que te llevas con el resto de gente que trabaja ahí en la empresa – y lo peor – recuerden que es clave que estemos unidos, como familia, esto solo va a funcionar si todos nos vamos al mismo tiempo para que no tengan más opción que contratarnos para dar esos servicios y ejecutar esos proyectos – ese mismo rato yo debí salir de ahí huyendo, debí decir – oigan, gente de la empresa, estos manes están con un plan medio truculento por ahí – pero no, yo me sentía afectado, se despertó también la ambición de poder tener algo de esta nueva empresa, hice caso omiso de mi voz interior que me decía que esta vaina estaba mal, era desleal, pero yo me sentía traicionado y afectado con lo del sueldo y dije – bueno, al final si el plan va como lo plantearon estos manes, tal vez me puede ir mucho mejor – pero creo que igual ellos vieron en mí la sombra de la duda.

La vida siguió y pasaron aproximadamente unos 2 meses más. Los planes de esta nueva empresa seguían y yo seguía en la misma posición hasta que el mentado proyecto arrancó. Pero creo que llegaron a darse unas 2 semanas de servicios y esta vaina de la nueva empresa explotó. De alguna forma la gente de la empresa donde estábamos trabajando se enteró de la huevada, a mí me dijeron que incluso lo que habían hecho era entrar a las cuentas de correo de los implicados y encontraron pruebas de lo que estaba pasando, habían conversaciones donde se planeaba la forma cómo todo el equipo se iba a salir para que les toque contratar a la nueva empresa para esos proyectos (al parecer habían usado el tiempo y los recursos de la empresa para hacer estas reuniones y llevar estas conversaciones con el correo institucional, esto ya es una elucubración de mi parte, yo no estaba tan metido en el proyecto de la nueva empresa como pensé en algún momento). Al momento de que todo esto se precipitó nos llamaron a todos a la oficina, íbamos a tener una reunión con todos los gerentes y socios principales. Querían llevar a cabo más indagaciones para saber qué rayos estaba pasando realmente y hasta qué punto estábamos involucrados. Querían tener reuniones con cada uno por separado, pero creo que todos pensaron que yo era un eslabón débil y dijeron – no, somos un equipo, una familia, y nos vamos a entrar a defender entre todos, solo vamos a aceptar una reunión con todos en conjunto – y así fue.

Mis recuerdos de esa reunión son medio borrosos. Uno de los socios principales se hizo amigo mío en el tiempo en que estuve en la oficina y también por el paseo de integración. Me acuerdo que él me veía con una cara de odio tan grande, y dijo algo así como – Nosotros confiábamos en ustedes, incluso a algunos les llamábamos amigos – o sea ese les llamábamos era solamente a mí. Nos dijeron un montón de cosas y que cómo no van a tomar represalias si descubrieron esta conducta desleal, y mis compañeros estaban super confiados y sabían qué decir y todo. Nos dijeron que ya no podíamos negar nada, que todo estaba claro y que tenían todas las pruebas para echarnos, recuerdo claramente que me dieron la palabra, yo les dije – no hay nada que pueda decirles que les haga cambiar de parecer con respecto a esto, ustedes ya saben todo lo que creen saber, es inútil argumentar algo más. Además para mí lo que fue desleal, es que no hayan cumplido ni con lo básico hacia mí, pagarme el sueldo que me habían ofrecido – yo estaba ya harto de estar en esa reunión y dije todo eso con sorna, con rabia. El dueño de la empresa me dijo – sabes quién decidía cuánto ganaban ustedes, ella (mi jefa), yo solamente firmo los cheques, y eso les recuerdo, no es ella quien les paga, soy yo, no entiendo por qué tienen tanta lealtad hacia ella – y cuando escuché eso se me cayó todo al piso, pero era demasiado tarde, ya no había retorno. Nos dieron la opción de quedarnos, pero yo ya no podía quedarme ahí, sea lo que sea que pasase toda esta situación habría creado un antes y un después para mí en esa compañía y yo ya no hubiera podido estar cómodo ahí. Decidí irme, pero creo que no tenía alternativa.

Pero como este post indica en su título, y estoy hablando de lo malo me guardé lo peor para el final. Para ese momento yo había empezado a salir con la chica que conocí en el paseo de integración de la compañía. Llevábamos juntos un par de semanas y nos iba de lujo, de hecho nadie de la compañía sabía que estábamos juntos. De alguna forma se llegó a saber y se filtró que ella estaba conmigo, una de las manzanas podridas desleales que habían estado en contubernio para afectar a la empresa.No sabemos quién fue con el chisme de que estábamos juntos, pero los de la empresa estaban tan paranoicos luego de que se enteraron de que esta situación estaba sucediendo que cuando se enteraron que ella era mi novia también la despidieron. Y luego peor aún, la volvieron a llamar diciendo que habían recapacitado, que hicieron mal en echarla, pero que podía tener de vuelta su trabajo con una condición – Tienes que terminar con el Andrés, no podemos permitir que tú seas un potencial punto de fuga de información, debes cortar tu relación con él – ella me eligió a mí. Cachan qué nivel de intromisión pueden llegar a tener las empresas, poniendo condiciones de índole personal a lo laboral, con el tiempo he llegado a entender sus razones, pero igual me pareció y me sigue pareciendo super bajo lo que le hicieron a ella, tal vez tenían motivos para sospechar, pero la forma cómo hicieron las cosas dejó mucho qué desear. Afectarla a ella por una decisión mía fue lo que peor me hizo sentir de toda esta tonta situación.

En fin, todo esto ha formado parte de la historia ya no solo mía, por si no han cachado la chica de la que hablo, en ese entonces mi novia, luego se convertiría en mi socia, en mi esposa, en la madre de mi hija, en mi compañera de vida. Esos acontecimientos fueron forjando nuestra relación que a pesar de estupideces como esa nunca se vio vulnerada, eso es lo mejor que saco de toda esta experiencia, ella.

El trabajo ideal no existe, o al menos para mí no existió, y este en especial concluyó así, abruptamente. La nueva empresa de mi jefa se creó. No fue contratada para dar los servicios en esos proyectos. Por cómo estaba todo en ese momento yo acepté una oferta de trabajo que me hicieron para unirme a esa compañía [sí, como empleado, qué socio ni qué nada (realmente dudo o creo que la memoria me traiciona y en verdad nunca me ofrecieron ser socio)] pero claro esa historia será la próxima de esta serie.

Faltan todavía algunos golpes más que vendrán en la vida para que llegue al momento en que dije – hasta aquí panas, voy a empezar a hacer las cosas a mi manera – pero ya estamos a un trabajo turro de llegar a ese momento.

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