¡Cómo le ayuda a la mujer!

El otro día me crucé con este video. Me dejó pensando un montón en qué papel estoy teniendo en mi casa.

Me dejó pensando en serio, al punto que ya han pasado algunos meses y recién me animo a escribir sobre esto.

Yo siempre me he considerado un tipo que ayudaba en la casa, desde que me casé siempre estuvimos dividiéndonos algunas actividades con mi esposa para mantener las cosas en orden y las compras y la administración del hogar y etc.

En ese tiempo ya se instauró en mí la idea de que no es que yo ayudaba en la casa, como si yo fuera un ente externo, como si yo estuviera dandos mis servicios tercerizados de limpieza, no es una ayuda es una responsabilidad. Entonces cuando vi el video me sentí realizado en los primeros segundos porque decían cosas que coincidían con esto que yo ya había concluído por mi cuenta. No es una ayuda es una responsabilidad.

De hecho esta responsabilidad compartida se convertía diariamente en algo más que se podía compartir que podía llegar a ser hasta divertido. Ya conté en otra ocasión sobre mi afición con lavar los platos, por ejemplo, pero así con la mayoría de actividades de la casa. Obviamente hay cosas que gustan más que otras pero eso ya qué, tampoco voy a decir que planchar es mi pasión.

Con el tiempo y en relación a esto he escuchado un montón de cosas, la primerita de siempre es «¡Qué bestia! ¡cómo le ayuda a la mujer!» y bueno eso ya está más que dicho en este texto, no es ayuda, es simplemente parte de mi responsabilidad. Conforme uno va desempeñándose en las tareas domésticas también va ganando experiencia y pericia, cada vez se hacen las cosas de mejor manera y claro eso se nota, y ahí me gané uno de los comentarios que más orgullo me produjo y que hasta hoy guardo, una señora ya de edad me dijo «Oiga Andrés, todo hace bien en la casa, como si fuera mujer», orgullo muchachos, orgullo fue lo que sentí cuando me dijo eso. Y claro yo feliz, me sentía lo máximo, no solo que me gustaba hacer estas actividades, las hacía bien.

Pero, vi ese video. Y al final me di cuenta que hay mucho más que puedo hacer, al final dejo mucho de la carga de las decisiones de la casa y de la coordinación de las actividades sobre mi esposa. Noto que ese es un punto que debo mejorar, soy muy cómodo en contar con que ella hace la lista de compras, ella está al día en lo que debemos hacer y lo que hace falta en la casa y es algo que tengo pendiente y que quiero hacer. No es justo que ella tenga que estar pendiente de cosas que inclusive son netamente mi responsabilidad y que tenga que recordarme si ya hice o no hice cierta cosa. Es poner toda esa carga sobre ella y como digo no es justo. No sé cuánto tiempo me tome pero estoy enfocado en esto, llegará el día en que ella ya no tenga que insistir e insistir en cosas que debo hacer, llegará el día en que yo ya deje de ser un despistado y pueda compartir estas actividades de mejor manera.

Hay tantas cosas en las que debemos mejorar como hombres para una convivencia mejor y con mayor igualdad, empezar con esto super básico desde la casa, me parece buen primer paso.

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