Emprender sin Glamour

Hace unos años escribí una entrada en otro blog al que no le di seguimiento. Se titulaba exactamente como esta. Hoy me acordé de esa publicación porque vi unos contenidos super rimbonbantes sobre consejos para emprender, los típicos «10 cosas que debes hacer si quieres emprender», «pro tips para crear tu propio negocio», «life hacks para ser tu propio jefe» y en general todos los días veo un río de información donde se mira a gente en actitud de diva hablando sobre empresas, emprendimiento, innovación y muchos otros términos que de tanto escucharlos ya se sienten gastados.

Originalmente y por comodidad iba a usar la vieja confiable de reciclar la misma entrada que escribí en el 2014 y publicarla en este blog que sí tiene a más gente que lo lee. Pero primero el video que está asociado habla sobre un evento deportivo de ese momento que como que ya no tiene tanto que ver ahorita, la entrada tampoco era una genialidad, y me dio un chance de cargo de conciencia agarrar y volver a publicar una entrada de hace tiempo solo por tratar de cumplir con mi día de publicación. Entonces más bien agarré la misma idea y voy a volver a hablar de lo mismo, aunque han pasado como 5 años sigo pensando igual.

En todo este tiempo me he topado con un montón de gente que tiene sus empresas y negocios y he podido encontrar a mucha mucha gente que tiene una actitud super relajada y mantiene negocios sólidos y exitosos y no buscan notoriedad. Por otro lado he encontrado gente que busca atención desesperadamente, irónicamente sus negocios y empresas no hablan tan bien por ellos. Es uno de los patrones que he encontrado, la gente que no habla a diestra y siniestra de su empresa y no están hecho Flipper buscando atención, curiosamente reciben la atención que merecen, sus negocios y sus resultados hablan por ellos.

Otro caso típico es el de aquella persona que logró el éxito y empieza a cambiar su postura, tal vez no logran manejar la fama de forma adecuada, empiezan a hablar diferente, a hacer las cosas diferente y a perder incluso la esencia que en un inicio los llevó al éxito. Empiezan a aparecer en reportajes, entrevistas, foros y charlas y cambian el discurso. De repente son la mata de las frases trilladas y dan mensajes del tipo «sigue tus sueños y lograrás lo que te propongas» y «el éxito es solo cuestión de actitud» (que, bueno, no están del todo mal), pero también les he visto llegar a decir cosas peores como «la pobreza es mental» y claro ahí sí la cosa ya se empieza a salir de proporción, se empiezan a subir en pedestales innecesariamente y para mi gusto blandengues. Creo que hay demasiada gente llenándose la boca con consejos y formas de cómo se puede o se debe emprender y ya la verdad estoy un poco harto de esto.

Por eso mi objetivo con este blog y con las vivencias y opiniones que estoy compartiendo aquí no es tratar de ponerme de ejemplo (y en tal caso sería de mal ejemplo), ni ponerme en una posición especial, ni tratar de ganar notoriedad. Lo veo más bien como un ejercicio de aprendizaje, de poder procesar e interiorizar lo que me ha pasado para poder sacar provecho de mis experiencias y en el camino tal vez ayudar a alguien (cosa que no me disgustaría). Por eso no quiero pagar por publicidad para este espacio, pero sí publico las actualizaciones en mis redes sociales para que cuando alguien vea algún contenido interesante lo comparto y eventualmente podamos crear conversaciones. Creo que es posible publicar contenidos como estos sin caer en lo vano.

Sigo apegándome totalmente a lo que publiqué anteriormente y de hecho copio y pego la parte que más gusta de la publicación del 2014:

En resumen me gusta mucho la frase “Emprender sin glamour”. Lejos de los eventos fastuosos, del marketing y apariciones en los medios, pensar en ese estilo de vida de empresa hecha a base de sacrificio, de ideas, de relacionamiento de persona a persona, de creación de relaciones de confianza, de colaboración con empresas que tienen objetivos similares. Trabajo arduo y recompensas ganadas a pulso. Empresas con ingenio, con equipos no tan numerosos pero excelentes.

Vuelvo a publicar sobre esto porque me parece importante que las empresas y los empresarios no tengamos poses huevonas, que los espacios que hablen sobre empresas y emprendimiento se alejen de los discursos edulcorados y aterricen las ideas. En general, que por más actividad y más éxito que tengamos no dejemos de tener los pies sobre la tierra. Ese es un mensaje que me digo especialmente a mí, y que trato de recordarme siempre para nunca llegar a ser esa clase de empresario que hoy odio.

Hay una fina línea que separa al empresario auténtico del empresario diva, y voy a hacer todo el esfuerzo que requiera para siempre mantenerme del lado de la autenticidad.

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